Como desde hace algunos años, antes de cada competencia perteneciente al ciclo olímpico, el IPD se pronunció respecto al regalo motivador en soles que entregará a aquellos deportistas que consigan una medalla para el Perú en los cercanos Juegos Odesur a realizarse en la paisa ciudad de Medellín: 20 mil para el campeón, 8 mil para el que consiga plata y 4 mil para el tercer lugar, además del innovador premio de 4 mil soles para el entrenador del pupilo que consiga el primer puesto y 72 mil, a repartir, para las voleibolistas.
Las cantidades van subiendo en función a la proximidad de los JJ.OO., es por ello que la suma ofertada se duplicó con respecto a la de los Juegos Bolivarianos pasados.
Esto tiene una doble jugada. Pues bien, al ver mayor dinero, la prensa empezará a sollozar: Oh, mayor motivación para que los deportistas traigan medallas. Esperen un ratito. Los atletas no se motivan una semana antes de las competencias y menos con promesas de dinero condicionadas a unos resultados.
En 360 días antes a un torneo, los deportistas se motivan en cada gota que sudan, cuando tienen que entrenar en ínfimas condiciones, con poco dinero, inadecuados implementos e infraestructura, poca preparación y cero promesas. Si no tienen un padrino o auspiciador están fritos. Cada uno debe pagarse como puede las competencias pertinentes para así poder conseguir las marcas requeridas para clasificar, para subir, escalar, contracorriente, para así tocarles de cerca las demagógicas promesas por parte de las autoridades, hechas frente a la tele, para que los demás griten en unísono: Motivación!
¿En serio creen que un deportista se motivará más con una tardía promesa y dinero a destiempo? Quizá sí, pero si no está a punto, ni con toda la plata del mundo, sabrá que lo logrará.
Por otro lado se encuentra esa despiadada matemática: Bolivarianos: 10 mil, Odesur: 20 mil, ¿Panamericanos: 30 mil?, sabiendo la escalada en dificultad que representa conseguir un metal de una a otra competencia. Más que una promesa, me sabe a sadismo.
Recuerden: La ayuda monetaria al deportista no debe estar condicionada a resultados cuando no existe una ayuda verídica y constante, previa, durante y después a una justa preparación. Luego de eso, podrán hacer todas las promesas que deseen. Mientras sólo será humo. Un demagógico, politizado y penoso humo.
IPD: Hagan una nueva conferencia de prensa y juren: De cada promesa que hagamos a los logros condicionados de nuestros deportistas, haremos un presupuesto, para que lo no conseguido, se reinvierta en su próxima preparación. ¡Ustedes pueden cambiar! Se los.... prometo.
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